"Por favor, tomen asiento" - charlando tras el telón

Tal vez uno u otro lo sepa. Incluso en las zonas rurales, fisioterapeutas o esteticistas ofrecen sus diversos servicios. Desde masajes de espalda, tratamientos antiestrés y baños aromáticos para los pies, todo está en oferta. La oferta es amplia y las citas se cogen rápidamente. Entonces llega el momento de acudir a la primera cita y estar allí a la hora acordada. "Por favor, tomen asiento" y comienza el tratamiento.

Conozca

Ahora, sin embargo, pasan mucho tiempo juntos y una o dos conversaciones interesantes siguen su curso. Hablan del último festival deportivo y de la anciana de al lado. Pero las conversaciones también están llenas de información y detalles muy privados. La persona que trata al paciente se convierte rápidamente en un consolador. Por supuesto, uno se siente mucho más cómodo en un ambiente agradable y le gusta volver. Pero, ¿y si otras personas de los alrededores han recogido una u otra palabra? Tal vez lo transmitan.

 

Privacidad

Dependiendo de la naturaleza de la consulta o el estudio, puede ocurrir que los tratamientos en una habitación estén separados por cortinas, persianas romanas u otros separadores decorativos. Puede que el vecino no nos vea, pero seguro que nos oye. Esto puede resultar muy incómodo. Imagina que descargas tu ira contra tu colega y después del tratamiento te das cuenta de que estaba presente justo a tu lado. La situación es muy desagradable para ambos. Por supuesto que te gusta tu colega, es sólo que hoy era un día estresante en el que todo era demasiado de todos modos. Pero, ¿cómo hacer que su colega se sienta mejor? Peor aún, la colega es la hermana de tu fisioterapeuta.

Separación de espacios, una ventaja

Dado que muchos de los estudios y consultas aún tienen que adaptarse, la protección de datos debe seguir respetándose escrupulosamente. Por supuesto, usted mismo puede revelar cosas privadas cuándo, dónde y con qué frecuencia quiera. Lo privado es privado. Pero si se traspasa la frontera de la vida privada y ya no está seguro de si se traslada a su vida profesional, debería tener un poco más de cuidado con uno o dos pensamientos. Se puede hablar de muchas cosas, por supuesto, pero algunas es mejor guardárselas para uno mismo.

Confidencialidad sí o no

Las esteticistas, peluqueras u otras actividades de estos sectores no están sujetas a confidencialidad. Así pues, hay que pensar detenidamente qué datos personales revela cada persona.

En cambio, los fisioterapeutas, logopedas o terapeutas ocupacionales están sujetos al deber de silencio. Pertenecen a las profesiones sanitarias y, al igual que los médicos, farmacéuticos y personal de enfermería, están legalmente obligados a guardar para sí los datos de los pacientes.

"La discreción es el arte de divulgar secretos de tal manera que no se viole el sello del secreto".
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