Animales y protección de datos

Sí, ha leído bien. Los animales y el tema de la protección de datos. Los datos personales se tratan en cada visita al veterinario. La nueva ley de protección de datos también se aplica en este caso. Además de la documentación sobre el tratamiento, el veterinario también necesita información sobre el propietario del animal. Se trata de datos de contacto o bancarios para pagar la factura.

Si el querido animal ha contraído una enfermedad que también es contagiosa para los humanos, los datos se comunican a organismos como la oficina sanitaria o veterinaria competente.

Declaración de consentimiento de los propietarios de animales

Dado que una consulta veterinaria tiene que demostrar que el propietario del animal ha dado su consentimiento para los fines de tratamiento respectivos, la forma escrita es la más segura. Es necesaria una información y educación exhaustivas.

Confidencialidad del veterinario

El veterinario, como cualquier otro médico, está sujeto al secreto profesional. Sólo por esta razón, los datos sanitarios y personales no pueden transmitirse sin más. Por ejemplo, el hecho de que un animal haya permanecido en un entorno sucio es motivo de tratamiento y, por tanto, está sujeto al deber de confidencialidad. Las excepciones están reguladas por disposiciones especiales de la Ley de Protección de los Animales.

La divulgación y, por tanto, la transmisión de datos amparados por el deber de confidencialidad sólo se permite con el consentimiento del propietario del animal.

Consejo:

En caso de duda, cualquier persona que dirija una consulta veterinaria debe obtener la declaración de consentimiento del propietario. Es aconsejable incluirlo en el contrato de tratamiento. Informar suficientemente a los pacientes sobre sus derechos, el tipo y la finalidad del tratamiento de datos. Una ficha informativa, expuesta en la recepción, informa a los dueños de mascotas sobre la nueva normativa de protección de datos.

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