A primera vista, la carpeta de spam del cliente de correo electrónico no indica una violación de la protección de datos. Sin embargo, si los correos electrónicos que se supone que deben eliminarse se marcan inadvertidamente como spam, pueden ser revisados manualmente por el proveedor de correo electrónico, lo que da lugar a una violación de la protección de datos.

Aquí encontrará todo lo que necesita saber sobre el riesgo que supone para la protección de datos ser marcado como spam.

¿Qué ocurre al marcar como spam?

Ocurre a menudo que los usuarios marcan un correo electrónico como spam en lugar de eliminarlo. A primera vista, el correo electrónico simplemente se ha movido a la carpeta de correo no deseado. Sin embargo, algunos proveedores de correo electrónico siguen procesando el correo en cuestión. Si se trata de un correo electrónico con datos confidenciales o personales, puede convertirse en un problema de protección de datos.

Algunos proveedores de correo electrónico se limitan a almacenar un valor hash del mensaje cuando se marca como spam, lo que debería ayudar al desarrollo del filtro de spam si, por ejemplo, los mensajes con la misma huella digital se marcan con más frecuencia. En estos casos, ningún tercero lee el propio correo electrónico y los datos que contiene están a salvo.

Otros proveedores comprueban si cada correo electrónico cumple una información predefinida para decidir si es spam. En los casos en que el proveedor del que procede el correo electrónico se considere digno de confianza, la información general sobre el correo (hora, remitente y tipo de contenido) puede reenviarse al proveedor (el llamado bucle de retroalimentación).

Con algunos proveedores de correo electrónico, el usuario también puede dar su consentimiento para una protección adicional contra el spam. En este caso, el proveedor de correo electrónico también puede utilizar el contenido del mensaje para entrenar la detección de spam. Esto puede implicar tanto el tratamiento automatizado como manual del correo electrónico.

¿Qué se puede hacer?

Marcar inadvertidamente un correo electrónico como spam puede tener graves consecuencias en virtud de la legislación sobre protección de datos, dependiendo del proveedor y del contenido del correo. Hay que prevenirlos.

El motivo del marcado erróneo podría ser que los botones para eliminar y marcar como spam están demasiado cerca el uno del otro o se parecen demasiado o inducen a error. Si los empleados no están sensibilizados al respecto, puede producirse rápidamente un percance.

A pesar de todo, los filtros antispam son útiles e importantes. Prescindir de ellos no es, por tanto, una solución viable. Sin embargo, debe investigarse cómo trata el spam el proveedor de correo electrónico seleccionado y si la empresa debe cambiar de proveedor en caso necesario. Además, la mayoría de los incidentes pueden evitarse mediante una formación adecuada de los empleados en materia de protección de datos y concienciación. La privacidad total sólo la ofrece el cifrado de extremo a extremo. La comunicación por correo electrónico no se compara injustificadamente con la comunicación por tarjeta postal.

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