Patrimonio digital y legado de datos

Un dicho aborigen dice: "Todos somos visitantes en este mundo y en este momento...". Un viaje dura más, el otro menos. Cuando tenemos que despedirnos de nuestro mundo, dejamos huellas. Nuestros familiares, amigos y conocidos se toparán con ellos tarde o temprano. Como poseemos de forma natural muchas cosas materiales, éstas se transmiten a determinadas personas. Además de libros, joyas, casas y monedas, también dejamos un legado digital. Las cuentas de Facebook, WhatsApp, Twitter, buzones de correo electrónico u otras cuentas de usuario deben ser ahora eliminadas y bloqueadas. ¿Saben los supervivientes si existen varias cuentas y dónde? ¿Conocen las contraseñas?

Sin contraseña, eliminar una cuenta puede resultar difícil.

¿Qué sucede a continuación?

Según el artículo 1922, el Código Civil regula la sucesión universal. Así, tras el fallecimiento de una persona, sus bienes pasan en su totalidad a una o varias personas con derecho a heredar. La mayoría de la gente piensa ahora en las reclamaciones generales. No obstante, también se incluye la herencia digital. Así, los herederos tienen derecho a acceder a las cuentas de Facebook, por ejemplo. Una cuenta digital en una red social cuenta como el correo que se deja. Una sentencia del 12.06.2018 Az. III ZR 183/17 lo refuerza y aclara las ambigüedades.

Gestionar contraseñas

Para ahorrar problemas a nuestros familiares supervivientes, podemos guardar nuestras contraseñas en papel o en los llamados gestores de contraseñas mientras vivamos. Por supuesto, siempre deben actualizarse y guardarse en un lugar seguro. Sólo deben tener acceso determinadas personas de confianza. Una lista de todas las cuentas o cuentas de usuario, así como las cuentas de correo electrónico y las contraseñas almacenadas para ellas, podría ser una posibilidad.

Quienes prefieran la variante digital pueden, por ejemplo, almacenar sus contraseñas de forma gratuita y libre en KeePass. Todos los datos de acceso se almacenan allí y están protegidos por una única contraseña. La ventaja es que sólo tienes que recordar un código maestro y tener todos tus datos a mano en una memoria USB.